Estos dÃas que transcurren son preelectorales, y por ese motivo es habitual que muchos nos pregunten si vamos a emitir o no opiniones que tienen que ver con el devenir polÃtico local.
Está claro que desde El Portal de Rojas opinamos sobre polÃtica casi todo el tiempo, sin necesidad de que esto se traduzca en orientaciones partidarias. No obstante, en este caso y en este momento en particular, pensamos que no es nuestro rol difundir ningún tipo de preferencia electoral.
No es esperable que el periodismo se ocupe de influir sobre la voluntad soberana del pueblo que se encamina a votar, aún cuando eso es lo que hacen los medios grandes, de alcance nacional, que no escatiman esfuerzos a la hora de instalar candidaturas, promover a determinados sectores polÃticos y defenestrar a otros.
Estas conductas, propias de empresas que nada tienen de periodÃstico, no sólo no son un espejo en el que mirarse, sino que constitiyen un ejemplo clarÃsimo de lo que no hay que hacer.
Para poner un ejemplo histórico, podrÃa citarse aquella famosa frase de Sarmiento, escrita en una carta a Mitre: "No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al paÃs. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos".
¿SerÃa posible, luego de tal manifestación, la existencia de "gauchos sarmientistas"? Es obvio que, en defensa de sus propios intereses, estos habitantes de nuestra pampa jamás podrÃan haber apoyado al sanjuanino. Sin embargo, hoy existen técnicas comunicacionales muy estudiadas y pulidas de manipulación que, de haber existido por aquellos dÃas, habrÃan sido plenamente capaces de lograr que una porción sustancial del gauchaje votara por Sarmiento.
¿Qué es lo que un medio que pretende ser serio deberÃa hacer, entonces, en épocas preelectorales? Bien: en este momento en particular, y en un entorno en el que los grandes medios asumen conductas vergonzosas por sus intentos manipuladores, la enseñanza que el verdadero periodismo debe dejar es la que indica que la voluntad ciudadana no debe ser manipulada, e instar a cada habitante a que ejerza su derecho al voto sin obedecer a presiones de ningún tipo, y de manera concordante con los intereses particulares de cada uno.
A nivel nacional y provincial habrÃa muchas cosas para decir; pero El Portal de Rojas apunta a un ámbito puramente local, y es por eso que el objeto de este editorial es, exclusivamente, analizar de qué manera deberÃa un rojense decidir su voto municipal.
Esa decisión deberÃa obedecer, tal como se ha dicho, al análisis de los intereses particulares de cada uno. Y como una administración municipal está directamente vinculada a la vida cotidiana a través de la infraestructura ciudadana, los servicios, las polÃticas de promoción y desaliento de actividades en pos del desarrollo, cosas asÃ, entonces resulta fácil para cualquiera analizar cuál es la elección más adecuada.
Basta con apartar los ojos de las pantallas y mirar la realidad. ¿Cuál es el estado de las calles? ¿Funciona como debe el servicio de salud? ¿Avanzan las obras públicas? ¿Prosperan el comercio, la industria, los servicios? ¿Hay más trabajo? ¿Han mejorado todos estos aspectos ciudadanos? ¿Están igual? ¿Empeoran? Responder a esas preguntas, y hacerlo con sinceridad, es la clave.
Es verdad que tal análisis tiene que ver con la actual gestión municipal, pero no es difÃcil comparar con las administraciones anteriores, que no están tan lejanas en el tiempo. AsÃ, la decisión del voto tendrá que ver con lo realmente importante: el presente y el futuro de nuestra ciudad y su gente. Para ponerlo en consigna: Si es gaucho, ¡¡¡a Sarmiento no!!!
Está claro que si la decisión obedeciera a asuntos tales como las simpatÃas o antipatÃas que fabrican los medios; a la capacidad que tal o cual dirigente tiene para hacerse invitar a cenar por funcionarios importantes; o al color de los globos que sueltan en los actos de inauguración... entonces estarÃamos ninguneando a la democracia y perdiendo ¡otra vez! una oportunidad de contribuir a que nuestro Rojas sea cada dÃa un poquito mejor.