El de la seguridad es un tema recurrente, que en Rojas aflora cada vez que algún suceso particular lo pone de relieve, y permanece latente en la conciencia de la comunidad en los lapsos, más prolongados, en que la situación no se aparta significativamente de su promedio habitual.
Es verdad que durante los últimos años la situación no ha empeorado. Si se comparan los Ãndices delictivos a lo largo del tiempo, se verá que la situación transcurre sin grandes cambios. Claro, tampoco ha mejorado, lo cual sà es preocupante debido a que se han realizado fuertes inversiones en la búsqueda de soluciones: han sido creadas dependencias nuevas (Patrulla Rural, Destacamento Vial); se ha logrado la radicación de un grupo operativo de la DDI; se ha abierto una AyudantÃa Fiscal dotada de todo el personal necesario; se ha incrementado la cantidad de móviles (patrulleros y motos) y, en menor medida, también de efectivos; y últimamente se ha hecho un esfuerzo económico muy grande para instalar decenas de cámaras de vigilancia y un centro de monitoreo, con su personal correspondiente.
Los niveles de inseguridad, mientras tanto, permanecen impávidos. No crecen, pero tampoco descienden, lo cual deberÃa ser un indicio útil, atendiendo a todo lo que se ha hecho, para empezar a pensar que a lo mejor la cosa no pasa por ahÃ. Pero más allá de esto, material para otra discusión, lo real es que la inseguridad permanece, y que la preocupación social oscila en concordancia con la comisión de delitos que escapan de lo "normal".
SITUACION ENRARECIDA
En estas últimas semanas hubo algunos sucesos de esos que alteran el humor social. PodrÃa decirse que el primero fue el incendio en la quinta del candidato frenteprogresista Claudio Rossi, a todas luces intencional. Pero esto no terminó allÃ, ya que pasadas las elecciones hubo otros dos delitos graves en los que de diferente manera estuvo involucrada la Municipalidad.
Uno de tales hechos tuvo lugar en un comercio de propiedad de alguien que, según versiones creÃbles, una semana antes de las elecciones se habria negado a realizar un aporte económico importante, solicitado como "colaboración" para la campaña electoral del oficialismo. Dicho robo, según revelaron las imágenes captadas por cámaras privadas colocadas en locales cercanos, habrÃa sido cometido por empleados municipales, utilizando para desvalijar el comercio una camioneta oficial. El valor de la mercaderÃa robada(toda la que habÃa) ascenderÃa a unos 200.000 pesos.
Otro delito significativo fue el perpetrado en la Municipalidad, donde autores hasta el momento no identificados provocaron un gran desorden y dejaron esquelas con amenazas de muerte contra el Intendente.
Nótese que se utiliza la palabra "desorden" y no "daños" ni "destrozos", porque es la más adecuada para describir lo ocurrido. En realidad, el único "destrozo" fue el de dos tazas rotas (a una de las cuales ya le faltaba un asa, y la otra era la última que quedaba de un juego antiguo). El resto fue yerba desparramada sobre el escritorio del Intendente, un perchero en el suelo, cosas por el estilo.
Claro que las amenazas de muerte constituyen un hecho sumamente grave, y por eso es deseable que la justicia esclarezca cuanto antes qué fue lo ocurrido en la Municipalidad.
ENTREDICHOS
Desde el punto de vista polÃtico, todas estas situaciones generaron chisporroteos. El bloque de concejales radicales pidió la renuncia del Secretario de Seguridad, y a esos efectos presentó un proyecto que luego serÃa desestimado por el cuerpo durante la última sesión.
El funcionario aludido, por su parte, ratificó su continuidad (en una conferencia de prensa en la que no estuvo el Intendente y ni siquiera el concejal electo en primer término) y brindó explicaciones sobre las polÃticas de seguridad implementadas por el gobierno local durante su gestión.
Los radicales, no obstante, insistieron con su avance sobre el tema y presentaron un nuevo proyecto, esta vez sà aprobado, para organizar una reunión entre concejales y la fiscal que instruye la causa por los desmanes en el Municipio, a fin de solicitar información al respecto.
HARTAZGO SOCIAL
No serÃa justo afirmar que toda la sociedad considera estos temas como centrales, porque no es verdad. Pero sà lo es que vastos sectores de nuestra comunidad están tan hartos como preocupados por estas cuestiones que tienen que ver con la inseguridad, por lo que no es descabellado pensar que dentro de muy poco podrÃan empezar a verse nuevamente acciones populares, reclamos, cosas por el estilo, en pos de mejorar la seguridad en Rojas.
No habiendo elecciones en el horizonte, y por ende descartando motivaciones puramente polÃticas, es probable que esta preocupación, ahora sÃ, encuentre respuestas.