Si hay un papel que el Concejo Deliberante cumple, más allá de crÃticas o elogios que pudieran dedicársele, es el de ser caja de resonancia de los temas de discusión que se generan en el seno de la sociedad.
Uno de estos temas es el acceso a la televisión, que fue motivo de debate en la última sesión, y terminó aprobado por unanimidad un proyecto que, en su origen, era mucho más limitado que la resolución finalmente sancionada.
La cuestión no es nueva: Los canales de aire no llegan a Rojas; Cablevisión se convierte asà en un distribuidor monopólico de señal (DirecTV tiene una inserción bajÃsima y no es más barato), y aprovecha esa posición dominante en el mercado para aumentar las tarifas a su antojo, inclusive desconociendo olÃmpicamente resoluciones administrativas y judiciales.
El bloque de concejales de la Unión CÃvica Radical presentó un proyecto de resolución cuyos puntos principales eran dos: que Cablevisión "congele" su tarifa a partir del 1 de octubre; y que implemente un precio diferencial, "de interés social", para jubilados, pensionados y familias de bajos ingresos.
La sesión fue el jueves por la noche; pero unas horas antes, por la mañana, hubo una sorpresa: un funcionario de la DefensorÃa del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires se comunicó con el HCD rojense, manifestando haberse enterado de la iniciativa, y ofreciendo colaborar.
Asà fue como el proyecto comenzó a enriquecerse. La DefensorÃa del Pueblo hizo que los concejales se enteraran de que su inquietud no es única; por el contrario, son numerosos los municipios bonaerenses que ya expresaron sus reclamos por los abusos cometidos por la empresa del grupo ClarÃn aprovechando su posición monopólica. Algunos fueron más allá y presentaron recursos de amparo, todo lo cual culminó con el dictado de una medida cautelar que obliga a Cablevisión a no aumentar su tarifa mensual por encima de los 138 pesos (bastante menos de lo que cobra actualmente).
Está claro que el grupo monopólico jamás cumplió con esa resolución, dictada por la SecretarÃa de Comercio Interior y ratificada por la Justicia; pero los concejales de Rojas se hicieron eco, y los aportes realizados por la DefensorÃa del Pueblo fueron incorporados al proyecto, por lo cual se hará un reclamo ante la empresa y se informará a los usuarios que no están obligados a abonar más de 138 pesos mensuales por el servicio.
Pero las cosas no terminaron allÃ. Gracias a una idea expresada conjuntamente por la edil vecinalista Laura Ortubia y la del Frente para la Victoria Carina Freitas, hubo una moción (técnicamente fue de Ortubia) para instar al gobierno municipal a que realice las gestiones tendientes a que Rojas cuente en el menor tiempo posible con el servicio de Televisión Digital Abierta, que como se sabe, es gratuito (tal como siempre ocurrió y sigue sucediendo con todas las señales de televisión por aire).
El proyecto final nació del debate fructÃfero, ya que en este caso primó el interés general por sobre intereses coyunturales de las distintas fuerzas polÃticas.
Cabe señalar que la Televisión Digital Abierta no es una alternativa al "cable": es un sistema diferente, tecnológicamente superador, tal como fueron las radios FM a la radiodifusora que, cuarenta años atrás, llegaba a las casas de los rojenses con un cablecito y un parlante.
Solamente un tema permaneció fuera de la rica discusión del Concejo, y es la saludable competencia que al servicio monopólico de Cablevisión le planteará la Clyfer cuando cuente con su canal difundido a través de la red de fibra óptica.
La cooperativa tiene todo listo para brindar ese servicio, pero no puede porque su licencia de radiodifusión está trabada... por un recurso interpuesto por Cablevisión Rojas.
La resolución del Concejo Deliberante, buena desde el principio y luego enriquecida por el debate, es una señal saludable de que Rojas tiene claro, como lo tuvo en la década del 30 con la energÃa eléctrica, que no quiere monopolios. De haberse incluido a la Clyfer como uno más de los actores vinculados al servicio televisivo local, la resolución habrÃa sido perfecta.