¿El intendente gobierna en la ciudad... o en el Facebook?

La Policía Comunal de Rojas iba a tener nueva jefa: la comisario Carolina Urquiaga, ascendida horas antes de llegar a la ciudad y pedida para el cargo por el propio Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que confió en ella para hacerse cargo de una comisaría intervenida luego de la vergonzosa cadena de encubrimientos al oficial Matías Ezequiel Martínez –los cuales terminaron posibilitando el asesinato de Úrsula Bahillo–, y de la brutal represión perpetrada contra la población que, indignada, ganó las calles tras enterarse del crimen. Sin embargo, dos horas después de recibirla y confirmarla así en su cargo, el intendente Claudio Rossi dio marcha atrás con la decisión.

El motivo del freno a la designación de Urquiaga, según trascendió de fuentes confiables, habría sido la aparición en el Facebook de varias publicaciones críticas del accionar de la funcionaria en su anterior destino, la comisaría de Ramallo, donde tuvo varios «no me gusta» de parte de familiares y allegados de un hombre que murió víctima de un accidente de tránsito –cuyo responsable está detenido y procesado–.

De resultar esto cierto, realmente enciende una luz de alarma porque pone en evidencia un manejo absurdo e irracional, por parte del gobierno municipal, de un tema crucial como es la seguridad.

Además, aparentemente, la bufonada no se originó exclusivamente en Rojas sino que ya venía desde Ramallo. Los cuestionamientos a Urquiaga, según nos han manifestado colegas de la vecina ciudad, comenzaron luego de que, en un accidente de tránsito, muriera Pedro Ferreyra, de sesenta y nueve años.

La crónica da cuenta de que el pasado jueves 18 del corriente, pasadas las 3 de la mañana, el conductor de un camión cargado con cereal que circulaba por la avenida San Martín de esa ciudad perdió el control de su vehículo e impactó contra una garita ubicada frente al Club Náutico, en cuyo interior se encontraba Ferreyra, quien falleció en el acto.

A pesar de que el conductor del camión fue detenido y procesado por el hecho, el Facebook ardió y así familiares y allegados lograron armar una marcha de unas 100 personas reclamando «justicia y seguridad».

Es sabido que en estas lides «facebookeras» suele reinar el «que se vayan todos», y así fue como los cuestionamientos no involucraron únicamente a la titular de la comisaría ramallense sino también al secretario de Seguridad, al intendente y seguramente a varios más.

Algunos días después el algoritmo trajo las «novedades» a Rojas, y así fue como, al menos hasta el momento, se vio frustrado el nombramiento de Carolina Urquiaga al frente de la Policía Comunal local.

Una situación por demás de preocupante; porque si bien la participación popular es algo absolutamente deseable, confundirla con lo que aparece en el Facebook es ni más ni menos que una tomada de pelo a la inteligencia.